En «Only Barely Still», Catherine Lemblé se centra en Svalbard, a menudo considerado por forasteros como un remoto y agreste puesto de avanzada donde solo sobreviven los hombres más resistentes. En el registro histórico moldeado por las primeras exploraciones, las mujeres están en gran medida ausentes, apareciendo sólo como raras excepciones o acompañantes. Al mismo tiempo, la imaginación occidental ha feminizado repetidamente el paisaje polar como «virgen» y «estéril»: un cuerpo pasivo que debe ser conquistado, domesticado o protegido. «Only Barely Still» se mueve entre estas ideas erróneas y ofrece una contranarrativa discreta que centra la presencia y la perspectiva femeninas. El libro también incluye un capítulo con imágenes históricas de mujeres en Svalbard procedentes de los archivos del Instituto Polar Noruego y un ensayo de Abi Andrews.